domingo, 19 de mayo de 2013

Bienvenidos a Seguridad Vial + Vital

Saludos a tod@s cuanto habéis querido acercaros a este espacio en dónde conocer y compartir algo tan básico y a la vez tan importante, como es la Educación Vial. He de reconocer que mi falta de información, unida a la falta de medios donde conocer cuanto ocurría en nuestras carreteras, hizo que hace años me planteara el modo de saber más sobre todos estos temas. 

Mi sorpresa fue tremenda, al ver las altas cifras de mortalidad en las carreteras españolas (hace solo 20 años perdían la vida más de cinco mil personas en nuestras carreteras) y aunque afortunadamente se han ido bajando estas cifras, son igualmente significativas la falta de interés o de "información" que algunos siguen teniendo en cuanto al modo de evitar las graves lesiones que se pueden producir y por supuesto el modo de evitar todos estos temas. 

Como primer escrito, que deseo hacer en este blog, me quiero centrar en todos aquellos elementos y objetos que nos llevan a perder de vista la carretera y que hasta hace unos días tenía claro que la distracción al volante es una de las causas mediata o inmediata que da lugar a la producción de siniestros viales atribuibles no sólo a conductores sino también a peatones. Puede, incluso, que exista un número proporcional de distracciones por parte de peatones y conductores en relación al tipo de vía que se utilice. Otra variable sería el resultado o la gravedad de las consecuencias, quizás, más dependiente de la velocidad que de otros factores pero no quiero distraer demasiado vuestra atención.

Como adelanto, habría que aclarar que existe una causa ligada a la distracción entendida como aquella que nos hace mirar para otro lado por algún motivo externo: mirar un cartel de publicidad, un incidente a nuestro paso…, para diferenciarse de la desatención propia, como, la motivada por algún pensamiento interno: problemas laborales, familiares, sueño, etcétera. Pues bien, hoy, ampliaré con ejemplos ese mal catálogo de distracciones y desatenciones que, a veces y sin darnos cuenta, restan atención a la conducción con el consiguiente riesgo.  

A la distracción y desatención a los mandos de cualquier vehículo habría que añadir la combinación de ambas, es decir, dejar la mirada hacia lo que tenemos delante por algún elemento que nos distrae con el añadido de olvidarse, por unos instantes, de la tarea de la conducción. 


Así de simple pero que caemos en ese error, en alguna que otra ocasión, a los mandos del vehículo cuando, por ejemplo, programamos la radio, miramos el texto del navegador, regulamos la temperatura interior, depositamos la ceniza del cigarro, intentamos coger algo de la guantera o de los asientos… 

Y así, un montón de acciones que nos harían restar tiempo ante cualquier situación que requiera una maniobra de respuesta rápida. No podemos convertir una ayuda en una distracción. A lo largo de estas semanas, espero ir introducciendo más datos y por supuesto, tener la colaboración de tod@s cuantos estén interesado en seguir poniendo "pequeños gestos" para conseguir grandes objetivos.