Desde hace algún tiempo, se ha detectado en las carreteras españolas, así como en otras partes del mundo, la implicación de un aparato que está causando más riesgos de siniestralidad que las conocidas causas debidas a la ingesta del alcohol y la velocidad ; el uso del teléfono
móvil son, en este orden, los principales factores de riesgo a la hora
de sufrir un accidente de tráfico en España.
Ésta es una de las conclusiones de un estudio que fue encargado por
la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco a la Universidad del País
Vasco, que lo ha elaborado en base a 2.434 encuestas realizadas en los años 2009 y 2010. Según recoge el documento, la gran mayoría de conductores, un 79%, ha superado alguna vez la velocidad máxima permitida, aunque sólo el 7% lo hace con mucha frecuencia.
Únicamente el 12% de los conductores se colocan al volante después de ingerir alcohol.
La mayor parte son hombres. Así, el 77% de las mujeres nunca conduce
tras beber alcohol, un porcentaje que en el caso de los hombres baja
hasta el 52%.
Con relación al tercer factor de riesgo principal, el teléfono, el
estudio concluye que sólo un 3% lo usa mientras conduce, frente a la
gran mayoría, el 70%, que nunca habla por el móvil cuando está al volante.
A estos tres factores hay que sumar la edad y la antigüedad del
carné: cuanto más mayor es el conductor y más años lleva con el permiso
mayor probabilidad tiene de sufrir un accidente. El estudio también revela que el 59% de los conductores vascos nunca ha tenido un accidente,
aunque unos pocos han sufrido varios. Destaca el caso de uno de los
encuestados que ha tenido 21 siniestros de tráfico. La inmensa mayoría
de las personas accidentadas, un 87,8%, no ha padecido consecuencias
serias.
El 68% de los conductores no ha sido sancionado nunca,
el 18% ha recibido una única sanción y el 7 % ha sido penalizado en
varias ocasiones, habiendo incluso casos de personas con 30 multas en su
historial. La mayoría de estas sanciones, el 72,1%, se deben al exceso de
velocidad, el 16,8% están motivadas por hablar por teléfono o no llevar
el cinturón, el 15,43% son por conducción indebida y el 6,6 por
alcoholemia. El estudio también ha permitido establecer una tipología de conductores que distingue cuatro categorías diferentes. La primera la forman las personas accidentadas "por motivos no
determinados". Este grupo tiene la edad media más alta, 37 años, y
presenta también la mayor antigüedad de carné, unos 16 años. La mayoría
conduce por motivos familiares y ocio.
En un segundo grupo están las personas no accidentadas pero con mala
conducta. Son los más jóvenes, alrededor de 28 años, aunque el rango de
edad más abundante es el de menos de 25 años (63,2 %). Son también los
de menor experiencia (8 años de carné) y conducen fundamentalmente por
motivos familiares y de ocio. El tercer colectivo está integrado por conductores accidentados y con
mala conducta, que es mayoritariamente masculino (73,5 %). Conducen
tanto por trabajo como por ocio y motivos familiares y lo hacen durante
muchos kilómetros (485 por semana).
El último grupo lo constituyen las personas no accidentadas, formado
sobre todo por mujeres (un 66,8 %). Por lo general, conducen por motivos
familiares y de ocio, no por trabajo, y presentan la menor cantidad de
kilómetros por semana (174).
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